jueves, 30 de abril de 2015

Charlie Parker, el verdadero "Rey del pollo frito"



De todos es conocido que Charlie Parker, ese genio de saxofón alto que revolucionó el jazz con su nueva concepción del mismo y que dio carta de nacimiento al Be Bop, vivía de forma tan vertiginosa como manaban las notas de sus fantásticos solos. Como diría Julio Cortazar en el cuento "El perseguidor" que está dedicado a Parker, lo que tocaba no era de hoy, lo estaba tocando mañana, tal era su forma de adelantarse a todas las ideas preconcebidas sobre el jazz. De esta manera no es difícil que su sobrenombre, "Bird", sea entendido por todos como una metáfora de su ansia de volar con sus notas hacia otra realidad, de encadenar nota tras nota, buscando desesperadamente, como decía en la película que le dedicó Eastwood, tocar dos notas a la vez. Pero el caso es que la realidad siempre es menos poética y el apodo de "Bird" tiene unos orígenes muy distintos.

Al parecer Charlie Parker tenía una gran afición al pollo frito y en cierta ocasión el vehículo en el que viajaba nuestro protagonista atropelló a una gallina, momento en el cual se activaron las glándulas salivares del músico y le pidió al conductor que parara de inmediato a fin de poder recoger la gallina ya muerta, para después cocinarla y dar buena cuenta de ella. A raíz de esta anécdota sus compañeros empezaron a llamarlo "Yardbird" que puede ser traducido por "ave de corral", nombre con el que incluso Charlie Parker tituló una de sus composiciones más líricas y moderadas, la conocida como "Yardbird suite", así mismo podemos rastrear su fijación por los "pajaritos" en el título de otro de los temas habituales de su repertorio, como el valorado "Ornithology" . Con el tiempo y derivando de ese inicial "Yardbird" con el que todavía es nombrado en multitud de discos y artículos, se ha llegado al actual "Bird" que ha terminado por ser su seña de identidad. Y es que lo que se come se cría… de una forma u otra.



domingo, 26 de abril de 2015

Los enemigos del General Narváez, el Espadón de Loja



La "singular" Reina Isabel II tenía uno de sus principales pilares de gobierno en el político y general Narváez, que por su acomodaticia política a los intereses reales, de las oligarquías y grandes propietarios, fue designado hasta en siete ocasiones para ocupar el puesto de Presidente del Consejo de Ministros.

El caso es que Narváez, conocido como "El espadón de Loja" nunca se anduvo con chiquitas a la hora de tratar los problemas que le surgían durante su acción de gobierno y llegada la hora de su muerte, cuando se encontraba recibiendo la extrema unción le dijo al sacerdote que lo atendía:

"He cumplido con todo lo que pide la Santa Madre Iglesia. Lo único que no puedo hacer es perdonar a mis enemigos porque no los tengo. Los he fusilado a todos"

Como decía aquella chirigota gaditana: "Casos y cosas que suelen pasar...."

El cuadro data de 1849 y es obra de Vicente López.  

Palabra de cine: "Nightcrawler" (2014 - Dan Gilroy)




Una rara avis en el insípido panorama que nos ofrece últimamente la cartelera. La película es la opera prima del director Dan Gilroy que en esta película asume también el rol de guionista; precisamente fue por el guión por lo que estuvo nominada en los últimos Premios Oscar y ciertamente ese es uno de sus puntos fuertes, unos diálogos y situaciones repletos de miga, que muestran a un personaje, Lou Bloom (Jake Gyllenhaal), lleno de fría ambición, ansioso por superar un mundo que le ningunea y así escapar de una vida carente de atractivos y en la que su única compañía es una planta a la que dedica sus únicos mimos mientras toma comidas preparadas frente al televisor. Le vemos al comenzar la película ganándose la vida pobremente como chatarrero, tal y como ocurre con muchas personas en nuestras calles azotadas por la crisis (ya no queda ni hierro que buscar en las cunetas) y mendigando un trabajo; en esa tesitura encuentra, por pura casualidad, una vía por la que dar rienda suelta a todo su potencial, ejercer como reportero independiente, intentando dar cobertura gráfica a todas aquellas escabrosas noticias que ocurren en una gran ciudad, aquellas que el ciudadano de bien, cómodo en su mullido sillón teme ver, pero de las que no puede apartar su morbosa mirada, unas imágenes que serán tanto más vendibles a los noticieros cuanta mayor sea la cantidad de sangre u horror que contengan. Imágenes que alimenten su miedo a perder lo que tienen, a ser victimas, a verse envueltos en una noticia como esas que se muestran ante sus ojos y que amenazan con robarles su tranquilidad. Cuanto más cerca ocurran las desgracias de las privilegiadas zonas residenciales de la gente bien más vendibles resultan las imágenes que relaten lo ocurrido. Nadie quiere saber de las desgracias de los pobres, esas se dan por sentadas y además quedan muy lejos. Uno no puede evitar encontrar algunos ecos en nuestros telediarios, y abrir la curiosidad sobre como será el proceso de conformación de las parrillas de noticias diarias ¿Hasta donde juega un papel importante el morbo en unos telediarios que prácticamente olvidan los eventos culturales y solo nos hablan de corrupción y sangre? Jake Gyllenhaal borda su papel, y hace creíble la fría determinación y la forma de expresarse de su personaje, Lou Bloom, que con frases directamente sacadas de las bíblias de autoayuda y manuales para emprendedores intenta engatusar, con bastante éxito, a todo el que se le cruza en su camino. Una genialidad. Dicen que el mundo es de los osados y puede que sea verdad, como el propio Lou Bloom termina aconsejando a su personal: "Recuerden que nunca les pediría algo que yo no fuera capaz de hacer". Si pueden hacerse con ella no duden en verla. Os dejo uno de sus sustanciosos diálogos donde se recoge parte de la esencia del film.


"Nina (Rene Russo): Cómprate un mejor equipo. Un micrófono direccional para recoger entrevistas siempre que sea posible. Tienes buen ojo.
Lou Bloom (Jake Gyllenhaal): Gracias. Apenas estoy comenzando, por lo que puede imaginar lo mucho que significa... un cumplido viniendo de alguien como usted, significa mucho.
Nina: Bueno. Ayudaré como pueda. Por supuesto, tú me puedes ayudar al llamarnos a nosotros primero. Quiero que me contactes cuando tengas algo.
Lou Bloom: Algo así.
Nina: Exactamente.
Lou Bloom: Sangriento.
Nina: Bueno, eso es sólo una parte. Nos gustan los crímenes, pero no todo crímenes. Robo de autos en Compton, por ejemplo. No es novedad para nadie. Descubrimos que los espectadores están más interesados en la delincuencia urbana, que se arrastra gradualmente a los suburbios. Esto significa que vamos a tener una víctima, o víctimas, de preferencia caucásicos ricos. Objetivos típicos de los pobres o las minorías.
Lou Bloom: ¿Sólo crímenes?
Nina: No, accidentes con automóviles, autobuses, trenes, aviones... Y así sucesivamente.
Lou Bloom: Sangrientos.
Nina: Bueno... Gráficos. La forma más clara para ilustrarte esto, Lou, que captura el espíritu de quienes somos... es piensa en nuestro noticiero como una mujer gritando... corriendo por la calle con la garganta cortada.
Lou Bloom: Comprendo. Aprendo bastante rápido, me volverá a ver de nuevo.
Nina: Te creo."

Ficha de la película:

Título original: Nightcrawler
Año: 2014
Duración: 113 min.
País: Estados Unidos
Director: Dan Gilroy

Reparto: Jake Gyllenhaal, Rene Russo, Riz Ahmed, Bill Paxton, Kevin Rahm, Ann Cusack, Eric Lange, Anne McDaniels, Kathleen York, Michael Hyatt

Guión: Dan Gilroy
Música: James Newton Howard
Fotografía: Robert Elswit
Productora: Open Road Films / Bold Films


El trailer:



sábado, 25 de abril de 2015

Stéphan Mallarmé.- Angustia




Hoy no vengo a vencer tu cuerpo, oh bestia llena
de todos los pecados de un pueblo que te ama,
ni a alzar tormentas tristes en tu impura melena
bajo el tedio incurable que mi labio derrama.

Pido a tu lecho el sueño sin sueños ni tormentos
con que duermes después de tu engaño, extenuada,
tras el telón ignoto de los remordimientos,
tú que, más que los muertos, sabes lo que es la nada.

Porque el Vicio, royendo mi majestad innata,
con su esterilidad como a ti me ha marcado;
pero mientras tu seno sin compasión recata

un corazón que nada turba, yo huyo, deshecho,
pálido, por el lúgubre sudario obsesionado,
¡con terror de morir cuando voy solo al lecho!

Versión de Andrés Holguín

Imagen: Toulouse Lautrec

domingo, 5 de abril de 2015

Pablo Neruda. - Un perro ha muerto






Mi perro ha muerto.
Lo enterré en el jardín
junto a una vieja máquina oxidada.


Allí, no más abajo,
ni más arriba,
se juntará conmigo alguna vez.


Ahora él ya se fue con su pelaje,
su mala educación, su nariz fría.


Y yo, materialista que no cree
en el celeste cielo prometido
para ningún humano,
para este perro o para todo perro
creo en el cielo, sí, creo en un cielo
donde yo no entraré, pero él me espera
ondulando su cola de abanico
para que yo al llegar tenga amistades.


Ay no diré la tristeza en la tierra
de no tenerlo más por compañero
que para mí jamás fue un servidor.
Tuvo hacia mí la amistad de un erizo
que conservaba su soberanía,
la amistad de una estrella independiente
sin más intimidad que la precisa,
sin exageraciones:
no se trepaba sobre mi vestuario
llenándome de pelos o de sarna,
no se frotaba contra mi rodilla
como otros perros obsesos sexuales.


No, mi perro me miraba dándome la atención necesaria
la atención necesaria
para hacer comprender a un vanidoso
que siendo perro él,
con esos ojos, más puros que los míos,
perdía el tiempo, pero me miraba
con la mirada que me reservó
toda su dulce, su peluda vida,
su silenciosa vida,
cerca de mí, sin molestarme nunca,
y sin pedirme nada.


Ay cuántas veces quise tener cola
andando junto a él por las orillas del mar,
en el Invierno de Isla Negra,
en la gran soledad: arriba el aire
traspasando de pájaros glaciales
y mi perro brincando, hirsuto,
lleno de voltaje marino en movimiento:
mi perro vagabundo y olfatorio
enarbolando su cola dorada
frente a frente al Océano y su espuma.
alegre, alegre, alegre
como los perros saben ser felices,
sin nada más,
con el absolutismo de la naturaleza descarada.
No hay adiós a mi perro que se ha muerto.


Y no hay ni hubo mentira entre nosotros.
Ya se fue y lo enterré, y eso era todo.


Imagen: Neruda y su perro Calbuco