martes, 12 de febrero de 2013

Raymond Carver.- Miedo





" Miedo de ver una patrulla policial detenerse frente a la casa. 
Miedo de quedarme dormido durante la noche. 
Miedo de no poder dormir. 
Miedo de que el pasado regrese. 
Miedo de que el presente tome vuelo. 
Miedo del teléfono que suena en el silencio de la noche muerta. 
Miedo a las tormentas eléctricas. 
Miedo de la mujer de servicio que tiene una cicatriz en la mejilla. 
Miedo a los perros aunque me digan que no muerden. 
¡Miedo a la ansiedad! 
Miedo a tener que identificar el cuerpo de un amigo muerto. 
Miedo de quedarme sin dinero. 
Miedo de tener mucho, aunque sea difícil de creer. 
Miedo a los perfiles psicológicos. 
Miedo a llegar tarde y de llegar antes que cualquiera. 
Miedo a ver la escritura de mis hijos en la cubierta de un sobre. 
Miedo a verlos morir antes que yo, y me sienta culpable. 
Miedo a tener que vivir con mi madre durante su vejez, y la mía. 
Miedo a la confusión. 
Miedo a que este día termine con una nota triste. 
Miedo a despertarme y ver que te has ido. 
Miedo a no amar y miedo a no amar demasiado. 
Miedo a que lo que ame sea letal para aquellos que amo. 
Miedo a la muerte. 
Miedo a vivir demasiado tiempo. 
Miedo a la muerte. 
Ya dije eso. "


Imagen: Edvard Munch.- el grito

Si la cosa funciona (Woody Allen, 2009).- Fragmentos del guion




¿Por qué querríais leer mi historia? ¿Nos conocemos? ¿Nos caemos bien? Os adelantaré algo ¿vale?

No soy un tío agradable, el encanto nunca ha sido una prioridad para mí. ¿Y qué queréis que os diga? Esta no es la historia caramelo del año. Si eres uno de esos que necesitan sentirse bien, ve a que te hagan un masaje en los pies. ¿Y qué demonios significa todo? Nada… cero… niente…

Nada conduce a nada y aún así no faltan idiotas que balbucean. Yo no, yo tengo visión. Hablo de ti, de tus amigos, de tus colegas, de tus periódicos, de la tele. A todo el mundo le encanta hablar lleno de desinformación de moralidad, ciencia, religión, política, deportes, amor, tus inversiones, tus hijos, tu salud. ¡Caray!, si tengo que comer nueve raciones de fruta y verdura al día para vivir no quiero vivir, odio la dichosa fruta y verdura, y tus omega 3, y la cinta de correr, y el cardiograma, y la mamografía y el sonograma pélvico y ¡Oh Dios mío!, la colonoscopia. Y con todo ello sigue llegando el día en que te meten en una caja y adelanta la próxima generación de idiotas que también te dirán todo sobre la vida y te definirán lo que es apropiado.

Veréis, mi padre se suicidó porque los periódicos de la mañana le deprimieron, pero ¿qué iba a hacer?, con el horror y la corrupción y la ignorancia y la pobreza y el genocidio y el sida y el calentamiento global y el terrorismo y los obsesos de los valores familiares y los locos de las armas. ¡Horror! , dijo Crusoe en el corazón de las tinieblas ¡Horror! Por suerte a Crusoe no le llevaban el Times a la selva. Ahí sí que habría visto el horror.

¿Pero qué vas a hacer? Lees sobre una masacre en Afganistán, un autobús escolar que explota y dices ¡Dios mío! ¡Qué horror!, y luego, luego pasas la página mientras terminas tus huevos de cultivo ecológico. ¿Y qué le vas a hacer?

Es sobrecogedor. Yo también intenté suicidarme, está claro que no salió bien. ¿Pero por qué vas a querer leer esto? ¡Caray!, ya tenéis vuestros problemas, seguro que estáis obsesionados con un montón de tristes esperanzas y sueños, vuestras vidas amorosas previsiblemente insatisfechas. Os han fallado unos negocios. Ojalá hubiera comprado esas acciones…

Ojalá, ojalá hubiera comprado esa casa hace años. Ojalá le hubiera tirado los tejos a esa mujer. Ojalá esto, ojalá lo otro. ¿Sabéis qué? Dejadme en paz con vuestro pudo y debió ser. Como decía siempre mi padre, “si mi abuela tuviera ruedas sería una bicicleta” Mi madre no tenía ruedas, tenía varices. Pero esa mujer dio a luz una mente brillante.

Me propusieron para el premio Nobel de Física, no me lo dieron. Pero bueno… todo es política, como todos los falsos honores.

A propósito, no creáis que estoy amargado por culpa de mis contratiempos personales, por los principios de una civilización bárbara sin sentido…


Walt Disney y el sexo de sus creaciones


 
"El equipo de activos dibujantes de Walt Disney en una ocasión decidió hacer un regalo adecuado a su jefe para celebrar su 35 cumpleaños, que consistió en una historieta especial sobre Mickey y su novia, Minnie, tan especial que habría indignado a América si se hubiese exhibido en público, pues esta versión, claramente para adultos, del icono de los dibujos animados, presentaba a Minnie cediendo a las exigencias sexuales de Mickey. Walt Disney vio la película, aplaudió, alabó a su inteligente equipo y preguntó quiénes habían sido en concreto los responsables de tan magnífica obra. Naturalmente, les faltó tiempo para levantar la mano. «Están ustedes despedidos», les ladró Walt."

Según se podía leer en el trabajo de Glenis Roberts para el periódico Daily Mail de Londres y despues reproducido por el diario "El mundo" el 5/12/2001.

Akira Kurosawa: El emperador del cine y los críticos



Y no es un título rimbombante con el que queramos empezar esta entrada, es que aparte de merecido era ese el calificativo con el que era conocido: "El emperador del cine". Su talento y su influencia son tales que se ven rastros suyos por la filmografía de muchos directores, desde "Los siete magníficos" pasando "Cuatro confesiones", torciendo a la derecha en "Por un puñado de dólares" y llegando hasta "La guerra de las Galaxias" por citar solo algunas de las obras que beben de las ideas de este genial director japonés.

Su obra era difícilmente encuadrable y para los críticos nipones era el director japonés más occidental, y puede que esto tenga algo de verdad cuando se repara en muchas de las influencias literarias que se pueden encontrar en sus obras, así algunas de sus películas son adaptaciones de obras de William Shakespeare como "Ran" que está basado en El rey Lear, "Trono de sangre" en Macbeth, mientras que "Warai yatsu hodo yoku nemuru", (Los canallas duermen en paz) tiene ciertos paralelismos con Hamlet, aunque no está claro que se base en ella.

Pero no se paró en Shakespeare y también dirigió adaptaciones de obras literarias rusas, incluyendo El Idiota de Fiodor Dostoievski o "Donzoko" (Los bajos fondos) de Máximo Gorki. Ikiru (Vivir) trata hasta cierto punto las mismas cuestiones que el cuento de León Tolstoi La muerte de Iván Ilich, e incluso algunos de los hilos argumentales de "Barbarroja" pueden encontrarse en Humillados y Ofendidos de Fiodor Dostoievski.

Y siguiendo con las influencias occidentales vemos que "Tengoku to jigoku" (El infierno del odio) toma ideas de la obra King's Ransom del escritor policíaco estadounidense Ed McBain, "Yojimbo" (El mercenario) guarda similitudes con "Cosecha Roja" de Dashiell Hammett. "El perro rabioso" se inspira en las novelas de detectives del belga Georges Simenon y hasta el germen de "Los siete samuráis" se encuentra en la tragedia clásica griega de Esquilo Los siete contra Tebas.

Y entonces vemos que esa consideración de Kurosawa como el más occidental de los directores nipones no es baladí, y pasamos a leer seguidamente que para la critica occidental era el más japonés de los directores nipones, algo que era debido a la profunda influencia en su cine de la cultura de su país, sobre todo del teatro Kabuki y Noh, y del género Jidaigeki del cine japonés.

El caso es que este inclasificable director, vivía para el cine, estaba siempre volcado en encontrar nuevas ideas y tras conseguir un éxito arrollador con "Rashomon" en 1950, seguido de maravillas como "Vivir" (1952), "Los siete samuráis" 1954, "Trono de sangre" 1957, "Yojimbo" 1961 o "El infierno del odio" en 1963, la crítica, desde sus maravillosos despachos, consideró que la esplendorosa "Barbarroja" (1965) (una de mis películas favoritas) no estaba a la altura, resultando todavía más despiadas las criticas en su siguiente obra "Dodes ka den" (1970).

Este rechazo fue un durísimo golpe para Kurosawa, que quedo sumido en una profunda depresión, máxime cuando a raíz de todas esas críticas se encontró con las puertas cerradas para futuros proyectos, no encontrando en su país productores que le respaldaran. Kurosawa sentía que de ninguna manera podía permitir que los críticos destrozasen tan a la ligera toda una vida dedicada al cine, y en este trance decide suicidarse y haciendo uso de una cuchilla de afeitar se hace numerosos cortes en el cuello y la garganta, no logrando su propósito por la rápida intervención de una asistenta que tras descubrirlo aviso al resto de la familia y le vendaron de urgencia las heridas antes de que se desangrase.

Fue por esta época, no sé si antes o después cuando Kurosawa le dijo a su sobrino: "Un hombre que se suicida siempre tiene una razón que llevarse a la tumba, así que no trates de descubrirla"

Y fue una verdadera suerte que no lograra su mortal propósito, porque una vez recuperado física y anímicamente la financiación llegó, no de su país que le había dado la espalda, sino de Rusia, gracias a lo cual pudo hacer la sensacional "Dersu Uzala" con la que logró premios tan dispares en aquella época como el gran premio del Festival de Moscú y el Oscar a la mejor película extranjera en 1975. Posteriormente llegaría el apoyo de sus admiradores George Lucas y Coppola que le ayudan a financiar "Kagemusha", a la que seguirían la sensacional "Ran" y la colorida "Los sueños de Akira Kurosawa" esta vez con la ayuda de Spielberg y George Lucas…